Estudiantes de Periodismo diurno publican dos proyectos digitales para “Historia de Chile II”

Los y las estudiantes de segundo año han desarrollado dos proyectos digitales durante el primer semestre 2020, en la asignatura “Historia de Chile II” con la profesora Carla Rivera. Estos proyectos también sirvieron de base a un encuentro que organizaron los mismos y las mismas estudiantes sobre “La comunicación como Derecho Humano”. Los editores y las editoras de estos proyectos digitales así como la profesora explican en qué consistieron.

Durante el primer semestre 2020, la historiadora y profesora de la Escuela de Periodismo Carla Rivera, planteó a dos secciones de estudiantes el objetivo pedagógico de realizar un proyecto digital en el marco de la asignatura “Historia de Chile II”, curso construido en torno al concepto central de Democracia. Para dicho objetivo, “cada sección debió levantar un proyecto, es decir, registrar la identidad del medio, delimitar el público o potenciales consumidores, crear secciones con sus planes de acciones a desarrollar y justificarlas, armar una estrategia de comunicación de redes sociales, y, lo mejor de todo, aprender a trabajar en equipo para que las rutinas periodísticas funcionaran”, detalla la profesora. Un último aspecto que los dos grupos destacaron como un importante aprendizaje.

 

Cada equipo decidió primero quiénes eran los editores generales, en relación directa con la Directora del medio (en este caso la docente a cargo), y los equipos por área de desarrollo, que según los mismos protagonistas se organizaron vía Whatsapp y Zoom.

 

Una vez repartidos los roles, se concertó sobre las estrategias periodísticas de estos dos proyectos digitales, que convergieron en tomar distancia con los medios tradicionales. Editoras de “Im/Potencia Social” (aquí), Constanza Contreras y Constanza Pacheco subrayan “las ganas de visibilizar lo que se calla en los medios tradicionales, de expresar eso que se mantiene escondido por miedo… Todo aquello latía persistente. Visibilizar lo que no está visibilizado.” Para Benjamín Riffo y Tomás Zuñiga, Editores de “Fusión Popular” (aquí), este trabajo adquiere distintos matices: “A través del diario, quisimos visibilizar un contenido periodístico de índole un tanto crítico hacia la información presentada por medios oficialistas y, a la vez, presentar ciertas experiencias personales respecto al estallido social del año pasado. Nuestra idea es seguir con ese hilo conceptual, presentando tanto opinión como información con respecto a la actualidad, ya sea en términos de cuestionamiento o de manera netamente “objetiva”.

 

El desarrollo digital del ejercicio se trabajó por parte de los dos equipos. Implicó “la creación del espacio web y la difusión a través de redes sociales”, como lo recuerdan Tomás y Benjamín; y, “utilizar y diseñar páginas web”, agregan las dos Constanzas. Esta dimensión es también parte de la reflexión periodística de los dos proyectos, declaran las últimas: “pretendemos llegar a las personas informando a través de la vía digital, ya sea con material escrito, audiovisual, lenguaje de señas y lector de pantalla. Aunque aún no se ha implementado todas estas modalidades, consideramos que es importante informar a las personas que no pueden escuchar o ver”.

 

Aunque no pudieron reportear de forma directa, “en las calles”, y asumiendo la complejidad del trabajo de edición, las y los editores recalcan aprendizajes que, como futuros periodistas, consideran imprescindibles: trabajar bajo presión y con tiempo limitado; investigar, planificar, sintetizar y organizar información; enlazar el argumento editorial del proyecto digital.

 

La profesora considera otros aportes, más bien a nivel pedagógico. “Surge como una iniciativa curricular que permite integrar conocimientos vistos por las y los estudiantes desde una perspectiva diacrónica y sincrónica; es decir, todos los contenidos, prácticas y habilidades transversales, que se han ido desplegando en las distintas asignaturas, de manera de ser coherente con la definición de formación integral que propone la Escuela y la Universidad”. A un nivel disciplinar, destaca que “el proyecto era clave para deconstruir la definición escolarizada de la historia que tienen los y las estudiantes, la que la reduce a un almanaque de hitos aislados e inconexos, que no tienen incidencia en la actualidad, por una que reforzara el razonamiento histórico como un plataforma desde donde entender y construir la realidad, con énfasis en el análisis de procesos pero desde un enfoque temático y no lineal, y de interconectividad disciplinaria, una suerte de bisagra entre las humanidades y las ciencias sociales”.

 

Al final del curso, la (sobresaliente) evaluación del ejercicio fue mixta: por una parte, la profesora que consideró el proceso, y por otra dos profesores externos (uno vinculado a la Escuela y el segundo de otra institución universitaria del área de comunicaciones) que se limitaron al proyecto final. Para sintetizar el éxito del ejercicio, la profesora destaca: “Esta suerte de laboratorio que implementamos en conjunto, permitió volver sobre los imaginarios periodísticos que se construyen, las expectativas que se tiene, reforzar que la formación es un proceso dialógico en el que los y las estudiantes tienen mucha responsabilidad. Teniendo por lema: Periodista no es quien lee noticias, sino quien la construye. Destaco el entusiasmo, prolijidad, compañerismo y rigurosidad con que abrazaron el proyecto”.

 

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